¿Qué tiene que ver la hospitalidad con la seguridad?
Existe una brecha entre hospitalidad y seguridad. Tradicionalmente, nuestras iglesias se han propuesto ser lugares abiertos y acogedores para todos. Hemos colocado anfitriones para recibir y guiar cuidadosamente a los visitantes hacia la escuela sabática adecuada, a la sala de reuniones o a los asientos disponibles en el santuario. Con toda sinceridad, no siempre hemos dado la talla, aunque el objetivo sea la calidez y la hospitalidad. Para las iglesias, el compromiso de servir a las personas hace que las necesidades de seguridad sean más complejas, según «Cómo mantener el equilibrio entre hospitalidad y seguridad en la iglesia». Algunos actores malintencionados quizá consideren a las iglesias «blancos fáciles», mientras que los líderes de las iglesias tal vez piensen que nunca tendrán una mala experiencia.
En los últimos años, muchas de nuestras iglesias han tomado conciencia de la necesidad de reflexionar y planificar mejor la seguridad. Para algunas congregaciones, las experiencias de robo y vandalismo quizá hayan aumentado la importancia de la seguridad. Mientras tanto, las noticias sobre incidentes violentos motivan a muchos a reevaluar sus planes de seguridad.
Parte de la planificación de la seguridad es el control de acceso. Dicho de otra manera, es importante saber quién entra en su edificio y poder limitar el acceso según sea necesario. Los entusiastas de la seguridad pueden verse tentados a contraponer esta importante meta al objetivo principal de la iglesia: promover el reino de Dios, una empresa en la que fundamentalmente se entablan relaciones.
La solución es la cooperación
Para muchas iglesias, un enfoque deliberado de la hospitalidad y la seguridad ofrece ventajas complementarias. Sin perder de vista las prioridades misioneras de la iglesia, puede formarse un equipo que examine los riesgos de seguridad de la iglesia para elaborar planes y asociaciones eficaces. De esta manera se cultivará una atmósfera acogedora y se establecerán los procesos y las respuestas adecuadas. Gracias a este equipo, las amenazas potenciales pueden percibirse a tiempo y mitigarse con eficacia. La idea de que la seguridad es una ocurrencia tardía que se delega en un diácono principal no es un modelo viable para la época actual ni para el futuro, según el consultor de seguridad de la iglesia Lewis A. Eakins en su artículo «Una buena seguridad en la iglesia significa buena hospitalidad».Debe pensarse cuidadosamente para formar equipos de seguridad o protección. Los miembros del equipo deben ser personas centradas en la misión y con una sólida base espiritual. Es posible que las personas demasiado entusiastas para la función, que se imaginan entablando conflictos no sean una buena opción para participar en este importante ministerio. Incluya a los miembros o líderes del equipo de hospitalidad en su planificación de seguridad. Ellos forman parte de la primera línea que se ocupará de saludar a las personas que lleguen a su recinto o a su edificio. Si reciben la capacitación adecuada, pueden prestar sus ojos y oídos para detectar el peligro potencial y pueden comunicar al equipo o a las autoridades adecuadas si es necesario apoyo o respuesta adicional.
Lamentablemente, muchas veces el debate sobre hospitalidad y seguridad incluye temores relacionados con las enfermedades mentales. Es importante que nos eduquemos y nos aseguremos de que nuestros equipos estén equipados y entrenados para poder identificar lo que podría parecer un comportamiento fuera de lo normal relacionado con una enfermedad mental y distinguirlo de los comportamientos extraños asociados a posibles amenazas. Podemos recordar que todas las personas tienen el mismo valor a los ojos de Dios. Como señalaba un artículo reciente en Psicología pastoral: «Los líderes religiosos deben tener cuidado y recordar que este tipo de jerarquías (que distinguen el valor de las personas con capacidades diferentes) son construcciones culturales y no se basan en la teología de que todas las personas fueron creadas a imagen de Dios» (vea Génesis 1:27)».
Nuestra capacitación en materia de hospitalidad y seguridad debería ayudar a estos miembros del equipo a identificar emociones, comportamientos o vestimentas poco corrientes. Estos miembros del equipo pueden aprender a observar y evaluar mejor el estado físico y mental de la persona y determinar si una preocupación está justificada o si existe una amenaza inmediata.
En «Alabar sin preocupaciones: seguridad y protección para lugares de culto», Tina Lewis Rowe, ex agente de policía y alguacil de los Estados Unidos ofrece las siguientes sugerencias para evaluar una preocupación o posible amenaza:
- Separe amablemente a la persona en cuestión de los demás.
- Hable en un tono de voz normal y tranquilo, pero mantenga la distancia entre usted y la otra persona.
- Haga señas a otro anfitrión o miembro del equipo si sus preocupaciones se acumulan durante la conversación.
- Si sigue preocupado, aunque no sepa bien por qué, comunique sus inquietudes a un anfitrión del santuario. Si usted es anfitrión del santuario, alerte a los demás anfitriones para que puedan vigilar cuando usted esté preocupado.
- En caso de duda, o si la situación se agrava o no se puede resolver, llame a la policía o pida a otra persona que la llame de inmediato.
- No intente detener a una persona que quiere irse antes de que llegue la policía.
«He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos: sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas». (Mateo 10:16, RVA).
Referencias
- Duncan, A. «Does Church Security Make Your Church Less Welcoming?» (¿La seguridad de la iglesia hace que su iglesia sea menos acogedora?) Strategos International (9 de abril de 2021). Extraído el 6 de diciembre de 2021, de https://strategosintl.com/does-church-security-make-your-church-less-welcoming/.
- Eakins, L. A. «Good church security means good hospitality (LifePoints)» (Una buena seguridad en la iglesia significa buena hospitalidad). AL.com (29 de julio de 2011). Extraído el 6 de diciembre de 2021, de https://www.al.com/living-times/2011/07/church_security_means_good_hos.html.
- Lang, P. H. D. «Do's and Don'ts on Ushering» (Lo que debe y no debe hacerse al acomodar personas), Ministry Magazine. Publicado originalmente en American Lutheran, abril de 1946. Extraído el 6 de diciembre de 2021, de https://www.ministrymagazine.org/archive/1951/11/do-s-and-don-ts-on-ushering.
- Lehmann, C. S., W. B. Whitney, Jean Un, Jennifer S. Payne, Maria Simanjuntak, Stephen Hamilton, Tsegamlak Worku y Nathaniel A. Fernandez. «Hospitality Towards People with Mental Illness in the Church: a Cross-cultural Qualitative Study» (Hospitalidad hacia personas con enfermedad mental en la iglesia: estudio cualitativo transcultural), Pastoral Psychology (2021): 1-27.
- Woolever, C. «How to Balance Hospitality and Church Security» (Cómo mantener el equilibrio entre hospitalidad y seguridad en la iglesia), Southern New England Conference of the UCC (mayo de 2018). Extraído el 6 de diciembre de 2021, de https://www.sneucc.org/blogdetail/how-to-balance-hospitality-and-church-security-11156638#_ednref1.
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