Creo que todos podemos entender por qué el mantenimiento es importante, ¿verdad? Quizás haya experimentado algún tema de mantenimiento de su casa o auto que derivó en una reparación costosa. ¡A nadie le agrada ese tipo de sorpresas!
Quiero compartir con ustedes los beneficios del mantenimiento estacional y cómo puede aprovechar los recursos de Adventist Risk Management, Inc. (ARM) para desarrollar su plan de mantenimiento estacional. En Asset Insights el mantenimiento estacional se define como las «tareas de mantenimiento que son más útiles cuando se realizan en momentos determinados del año calendario».[i] ¿Cómo nos beneficiamos de este programa como iglesia o escuela?Durante los primeros años de nuestro matrimonio, mi marido trabajaba para la Armada como jefe de equipo de la división auxiliar submarina. Su equipo era responsable de realizar el mantenimiento de miles de piezas de equipos que hacían que los submarinos, con un valor de mil millones de dólares, se desplazaran sin esfuerzo por los océanos del mundo. Además de la enorme inversión financiera en el equipo, la Armada debía proteger a los miles de miembros de la tripulación a bordo.
La Armada debía asegurarse de que su equipo funcionara perfectamente, en condiciones tanto de paz como de guerra. Mediante lo que la Armada denominaba Sistema de mantenimiento planificado, el equipo se inspeccionaba y reparaba con regularidad. Este programa de mantenimiento sistemático ayudaba a garantizar que el equipo pudiera operar de manera eficiente y efectiva bajo condiciones adversas.
Nuestras iglesias y escuelas no enfrentan los mismos desafíos que la Armada, pero los principios de mantenimiento preventivo de rutina son igualmente importantes para nosotros. Un mantenimiento adecuado puede evitar fallos de sistema inesperados y catastróficos que podrían afectar negativamente nuestros servicios y nuestra capacidad para alcanzar a nuestras comunidades.
En la póliza del paquete comercial de seguro y en la póliza de seguro automotor de ARM, el mantenimiento no es un gasto cubierto. Eso significa que el daño provocado por un mantenimiento deficiente podría no estar cubierto por su póliza de seguro. Por ello, las iglesias, escuelas y otros ministerios deberían dar prioridad a la planificación, presupuestación y realización de mantenimiento preventivo regular.
En un programa de mantenimiento estacional, la inspección, el mantenimiento y las reparaciones se programan según el cambio de estaciones. Limpiar las canaletas y los tubos de desagüe antes de la temporada de lluvias o poner a punto la caldera antes del invierno puede prevenir daños costosos. Las inspecciones regulares también ayudan a evitar lesiones que podrían ser costosas tanto para la iglesia como para los miembros.
En aquellas regiones que a veces experimentan condiciones invernales rigurosas, un plan de mantenimiento estacional puede ayudarlo a abordar cuestiones clave, como, por ejemplo:
- ¿Se limpiaron todos los radiadores y registros de aire?
- ¿Se cerraron y prepararon para el invierno las ventanas de entrepisos y sótanos?
- ¿Se cubrieron y aseguraron los equipos de aire acondicionado?
- ¿Se limpió y despejó de desechos la sala de calderas?
- ¿Se limpió y se realizó mantenimiento a los equipos y tuberías de gas propano?
- ¿Se limpiaron o reemplazaron los filtros de aire de los hornos?
- ¿Se cerraron los grifos de agua exteriores?
- ¿Hay un contrato para la remoción de nieve en invierno?
El presupuesto de su iglesia debería centrarse en el ministerio y no en reparaciones repentinas que podrían haberse evitado con un mantenimiento estacional. Además, es importante recordar que el mantenimiento que se realiza hoy afecta al futuro del edificio.
El mantenimiento estacional es una parte tan importante del ministerio responsable que se incluyó en las iniciativas de gestión de riesgos 2021 de la División Norteamericana como parte de la iniciativa del oficial de seguridad. Se recomienda a los oficiales de seguridad llevar a cabo autoinspecciones en forma regular y realizar, o por lo menos asegurarse de que exista, un plan de mantenimiento estacional en su iglesia o escuela. Ellos también pueden trabajar con la junta directiva de la iglesia para presupuestar y planificar reparaciones más importantes que puedan necesitarse.
En Mateo 25, Jesús cuenta la parábola de las 10 vírgenes, cinco insensatas y cinco prudentes. No sea insensato: que no lo sorprendan sin un programa de mantenimiento estacional. Sea muy prudente, para que su edificio pueda usarse durante el mayor tiempo posible y evitar reparaciones y responsabilidades costosas.
Referencias:
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