Como líder en educación o en el ministerio de la iglesia, es probable que se haya enfrentado a cuestiones domésticas y preocupaciones sobre custodia de niños. Estas situaciones pueden afectar a su ministerio de diferentes maneras. A menudo es difícil discernir cómo se debe manejar cada situación para proteger y contemplar las necesidades de los padres, los niños y el ministerio de la institución.
Para prepararse mejor como líderes del ministerio en cuestiones domésticas o de custodia de niños, les presento dos escenarios de la vida real con sendas sugerencias de acción para evitar riesgos.
Escenario uno: ¿Quién retira a los niños?
El padre A llega a la escuela el viernes para retirar a sus hijos porque es el fin de semana que le toca tenerlos. Se produce una discusión acalorada cuando el maestro no entrega a los niños al padre A. Al comienzo del año escolar, la escuela pidió al padre que inscribió a los niños, el padre B, una lista de las personas autorizadas a retirar a los niños, y el padre A no está incluido en la lista. ¿Qué puede hacer usted?En este escenario, lo mejor es que el padre A se comunique con el padre B para que éste dé su autorización para retirar a los niños. Si no es posible, el padre B debe venir a retirarlos. Verifique siempre y asegúrese de que los niños se entreguen siempre a una persona autorizada.
Escenario dos: Reuniones de padres y maestros
El padre A y el padre B asisten a una reunión de padres y maestros y entablan una discusión verbalmente áspera. El padre A dice que no quiere que los niños asistan a esa escuela. El padre B se enoja y sigue hablando con el maestro sobre el progreso de los niños, pero la discusión se deriva a problemas maritales. El padre A se va furioso, y el padre B comienza a hablar con usted sobre cuestiones personales. ¿Qué puede hacer usted?En esta situación, es importante que recuerde que la función de un maestro es simplemente educar a los niños. Muéstrese atento con el padre, pero siga concentrado en el progreso del estudiante y aléjese de cuestiones domésticas. Quizá sea difícil, pues los problemas domésticos pueden influir en el progreso del alumno. En estos casos, quizá convenga derivar a uno o ambos padres a un pastor u otro consejero familiar para que les brinde ayuda adicional.
¿Cómo podemos mantener las cuestiones domésticas lejos de la iglesia y de la escuela?
La respuesta resumida es: no se puede. Sin embargo, es posible ser proactivo para minimizar los trastornos al mínimo. Tome medidas con los padres para mantener las disputas domésticas fuera de la iglesia o de la escuela. Una de estas medidas consiste en definir y comunicar sus expectativas a los padres. Ante la primera señal de problema, una buena medida sería reunirse con ambos padres y hacer un seguimiento por escrito en el que se establecen las reglas básicas. Plantee con claridad que los padres deben resolver cualquier disputa doméstica fuera del edificio de la iglesia o de la escuela.Además, los padres deberían decidir con anticipación quién lleva y quién retira a los niños, para evitar complicaciones en la iglesia o escuela.
Las escuelas educan y nutren a los niños. Estas instituciones no aplican ni pueden hacer cumplir órdenes de custodia y otros requisitos que los tribunales pueden imponer a las parejas separadas o divorciadas. Las escuelas e iglesias no tienen los recursos suficientes ni deberían verse envueltas en tales disputas. En estos casos, la institución debe insistir en que los padres actúen de manera razonable y con madurez. Los padres deben resolver estas cuestiones en el contexto de sus familias, sin involucrar a la escuela o a la iglesia. Usted debería estar concentrado en brindar a los niños un ámbito educativo cristiano o un ministerio propicio en la iglesia.
Por último, trabaje con su conferencia para crear una política para su ministerio, si es que ya no la tiene. Crear una política permitirá a los líderes del ministerio tener un proceso claro y límites sobre cuál debería ser su participación y qué hacer en estas circunstancias. ¿Cuál de los padres recibe los expedientes académicos? ¿Ambos padres están incluidos en la lista de retiro autorizada? Responda a estas preguntas con una política claramente escrita.