¿Cómo le fue a Adventist Risk Management, Inc. (ARM) en el 2015? Quizás te preguntes por qué resulta una cuestión importante. La forma en que le va a ARM en el año muchas veces es un indicativo del impacto que de diversas maneras recibe la iglesia. La única misión de ARM es cuidar de la iglesia mediante la prevención, el control de pérdidas y el financiamiento o seguro contra riesgos. Así que la respuesta se puede encontrar en tres palabras: tormentas, responsabilidades y viajes.
Tormentas
Para mediados de noviembre el Centro Nacional de Huracanes ya había registrado 12 huracanes y tormentas tropicales en el océano Atlántico de la temporada del 2015 y 20 más en el Pacífico. La iglesia no sufrió de manera catastrófica por estos fenómenos. Lo que sigue es la amenaza de las tormentas de nieve. Ya han comenzado en varias partes del mundo y en Norteamérica.Además de los huracanes hubo otros fenómenos meteorológicos. Por ejemplo, un tornado en Pennsylvania destruyó la escuela primaria adventista de Blue Mountain. Afortunadamente la escuela secundaria vecina de la primaria no sufrió daños. En 24 horas ARM se hizo presente en el lugar ayudando a la primaria para prepararse para la apertura del nuevo año escolar.
Responsabilidades
Las demandas por responsabilidad afectan a la iglesia y a ARM. El costo de atender los reclamos aumenta conforme se incrementa el costo de los servicios médicos y los acuerdos en las demandas. Este año recibimos una buena cantidad de reclamos por lesiones y muertes traumáticas ocurridas en actividades deportivas y escolares y por accidentes automovilísticos, que cobraron la vida de algunos miembros de la iglesia. Si bien el seguro puede ayudar financieramente a las familias, nada puede compensar la pérdida de un familiar tan cerca de la Segunda Venida. Esto nos recuerda cuán frágil es la vida y cómo un acto de negligencia puede producir un impacto irreversible.Los fraudes electrónicos están llamando cada vez más la atención en estos días pues el hackeo de cuentas ya no es tan raro que se dé. La declaración que más emiten los expertos es: “no es cuestión de si serás hackeado sino cuándo te darás cuenta de que ya te hackearon”. Y esto ha resultado ser cierto en muchas situaciones de la iglesia adventista. Los hackers con frecuencia apuntan a organizaciones sin fines de lucro y religiosas. ¿Por qué? La iglesia tiene una gran cantidad de información sobre sus miembros que atrae a los ladrones de identidad. Desafortunadamente dichas organizaciones muchas veces no están al día en seguridad, como debiera ser.
Viajes
Considerando los recientes actos terroristas de París, Oriente Medio y África, la iglesia necesita tomar medidas para mantener seguro a su personal durante sus viajes. Esto se aplica también a los empleados interdivisión (IDE o misioneros) y a los empleados locales en diversas partes del mundo. Aunque no podemos evitar todo los riesgos que conlleva el cumplimiento de la misión de la iglesia, actualmente es muy importante tomar con seriedad las precauciones y la forma de proteger a nuestros obreros. Durante el 2015 ARM constató un aumento en la cantidad de evacuaciones que ha tenido que atender para la iglesia en períodos de inestabilidad política y amenazas.Al acercarse el fin del 2015 quiero agradecer a cada uno de ustedes por el apoyo a la misión de ARM de cuidar de la iglesia. Cuando inviertes un poco más de tiempo para atender la seguridad en las muchas diferentes actividades de nuestra iglesia trabajas junto con nosotros. Cuando ARM brinda dicho cuidado avanzamos en la salvaguarda de los activos más valiosos de la iglesia: sus trabajadores, miembros y voluntarios que colaboran en la obra. Es cierto que la protección de las propiedades es prioritaria, pero las propiedades pueden remplazarse y las personas no.
Conforme nos anticipamos al 2016 seguiremos cumpliendo nuestros compromisos en todos los aspectos del programa de protección de la iglesia. Recuerda, “nuestro ministerio es cuidar tu ministerio.”