El asesor jurídico adjunto de la CG explica la postura de la Iglesia sobre la preservación de la misión y la identidad adventistas.
El 2 de octubre de 2024, con ayuda del Becket Fund for Religious Liberty, la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día (GC) y Adventist Risk Management®, Inc. (ARM) presentaron una demanda ante el Tribunal de EE. UU. para el Distrito de Maryland (GC v. Horton) con el objetivo de garantizar que la Iglesia Adventista del Séptimo Día pueda seguir contratando solo a quienes abrazan sus creencias religiosas.Un cambio reciente en la legislación de Maryland amenaza esta libertad al obligar a la Conferencia General a contratar a empleados que podrían discrepar de la fe y la misión religiosa de la Iglesia. En la siguiente entrevista, Todd McFarland, asesor jurídico de la CG, aclara cómo este cambio en la ley de Maryland alteraría las creencias arraigadas de la Iglesia y socavaría su ejercicio religioso.
¿Cómo se enteró la Iglesia de este problema?
La primera vez que tuvimos conocimiento de esta cuestión fue a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo de Maryland en el caso Doe contra Catholic Relief Services, que reinterpretó la Ley de prácticas laborales justas de Maryland. Esta nueva interpretación redujo significativamente la exención religiosa que anteriormente había permitido a las organizaciones Adventistas del Séptimo Día contratar únicamente a quienes compartían nuestra fe.¿Por qué la Iglesia presentó esta demanda?
Es esencial que la Iglesia pueda contratar a personas que comparten nuestra fe y apoyan nuestra misión religiosa, independientemente de su función. Sin embargo, la nueva interpretación de la ley de Maryland sugiere que solo los empleados que promueven la misión principal de la Iglesia en forma directa pueden ser contratados en función de las creencias compartidas. Esta ambigüedad podría hacer que los tribunales o los funcionarios del gobierno decidan qué funciones consideran «suficientemente religiosas» para tener derecho a la exención. Creemos que todos los empleados, también los que apoyan indirectamente nuestros ministerios religiosos, tienen una función importante que desempeñar para promover nuestra misión. Pero actualmente, la ley de Maryland nos obliga a contratar a algunos empleados que podrían oponerse a nuestra misión y creencias religiosas. Esto amenaza nuestra capacidad para promover nuestra misión global de compartir el mensaje sanador de Jesús.¿Cómo llegó la Iglesia a esta decisión?
Tomamos la decisión después de mucha oración y consulta. Los líderes de la Iglesia también hablaron con todos los empleadores adventistas de Maryland para conocer sus puntos de vista. Finalmente, los líderes de la Conferencia General y de la División Norteamericana decidieron conjuntamente emprender acciones legales. Las juntas directivas del Comité Administrativo de la Conferencia General y de Adventist Risk Management también aprobaron la demanda judicial. Nuestro objetivo es ayudar a todos los empleadores adventistas, no solo de Maryland sino de todo el país.Algunos medios de noticias laicos han comentado que la Iglesia está pidiendo «derecho para despedir a empleados LGBTQ». ¿Es verdad?
No, no es una conclusión acertada. Esta demanda trata del derecho de la Iglesia a contratar a personas que estén en consonancia con nuestra misión religiosa. Trabajar para una iglesia implica expectativas diferentes a las de trabajar para una organización laica. Para que una iglesia pueda cumplir su misión con eficacia, debe tener libertad para contratar a quienes comparten sus creencias fundamentales. La ley de Maryland protege este principio de sentido común desde hace casi 25 años. Por este motivo, la Conferencia General y Adventist Risk Management tienen en cuenta si un futuro empleado es miembro de la Iglesia en situación regular como parte de sus procesos de contratación.¿Cuáles son los próximos pasos?
A principios de octubre presentamos una demanda y una solicitud de medida cautelar en un tribunal federal. Estamos a la espera de que el tribunal programe una audiencia sobre esa moción, que debería celebrarse en los próximos meses. Luego de la audiencia, esperamos que el juez se pronuncie y decida si la Constitución de EE. UU. protege la capacidad de la Iglesia para contratar únicamente a quienes comparten nuestra fe y misión religiosa.###