St. Albans, Inglaterra, 31 de mayo del 2016 – En marzo, un grupo de representantes de Adventist Risk Management (ARM) de St. Albans, Reino Unido, visitó Huambo, Angola para reunirse con líderes de la iglesia en la Misión de la Unión del suroeste de Angola durante una semana de trabajo intensivo sobre seguridad y gestión de riesgos para las iglesias.
Asistieron más de doce representantes de la Misión de la Asociación Central, la Misión de la Asociación Sur, el Seminario Adventista Bongo y el Adventist Book and Bible Centre.
George Siamuzoka, Tesorero de la Unión, manifestó que fue un «evento histórico», ya que ARM nunca antes había ofrecido capacitación y orientación sobre protocolos de gestión de riesgos y la importancia del seguro en Angola.
Graham Barham, Gerente regional para Europa y África, y Giles Barham, Ejecutivo de Cuentas de Europa y África, ofrecieron capacitación sobre propiedad, prácticas de salud y seguridad, beneficios internacionales de sobreviviente, viaje a corto plazo y otros temas de seguridad importantes.
Al término del segundo día, muchos asistentes manifestaron haber disfrutado de la experiencia práctica, cuando pudieron «poner en práctica» lo aprendido durante el seminario. Los participantes visitaron la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Filadelfia, de reciente construcción. Se les encomendó la tarea de valuar la propiedad y su contenido, además de realizar una evaluación de riesgos. Los asistentes se mostraron sorprendidos por lo que encontraron. «Si un edificio construido recientemente puede tener tantas consideraciones de salud y seguridad, debemos preocuparnos por nuestros edificios más antiguos», comentó uno de los asistentes.
Graham Barham se alegró de que los asistentes comprendieran la importancia de la información compartida. «Tengo una gran alegría. Vinimos con la misión de educar y siento que este objetivo se logró con creces», manifestó Barham. «El hecho de que los asistentes ahora sean conscientes de los temas de seguridad significa que pueden devolver este conocimiento a sus respectivas instituciones y transmitirlo. Por supuesto que siempre estamos dispuestos a regresar si se necesita más apoyo».
El último día pasado en Angola del Sur fue un gran honor para los asistentes de ARM. El general Eugine Figueiredo, Comandante del ejército de la Región Central de Angola, invitó a los representantes de ARM a su cuartel. Figueiredo supervisa el mando de cinco de ocho provincias de la región. El general pagó la construcción de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Filadelfia.
Contó al grupo la historia de cómo le había prometido a Dios que un día construiría una iglesia para Él. Su carrera lo mantuvo ocupado y perdió de vista esa promesa. Fue solo cuando tuvo un cambio de opinión que Figueiredo cumplió la promesa que había hecho. Para todo el grupo visitante la experiencia fue un gran honor, y especialmente beneficiosa para la administración de la iglesia que estaba presente.
Más tarde esa semana, el equipo de ARM viajó desde Huambo hasta Luanda para hacer una versión más condensada de las presentaciones a los miembros de la Misión de la Unión del noreste de Angola. Burns Sibanda, tesorero de la Unión, dio la bienvenida al equipo de ARM. Más de 40 asistentes disfrutaron de las presentaciones y descubrieron el gran valor de la información provista.
«Antes no comprendía del todo el valor del seguro», manifestó uno de los asistentes. «Ahora me siento mucho mejor equipado para aconsejar a mis colegas y al personal con respecto a las políticas que están a nuestra disposición. Entiendo mejor los diversos riesgos que enfrentan los bienes del Señor, que nos incluye a nosotros, Su pueblo».
«Me siento verdaderamente feliz por lo que se logró aquí», manifestó Giles Barham. «Comprendimos que Angola era un territorio desconocido desde la perspectiva de ARM, y sabemos que hay un trabajo fantástico por realizar. Este es sólo el comienzo; esperamos continuar nuestra relación y trabajar con estas Uniones para seguir mejorando sus métodos de evaluación de riesgos a fin de garantizar la seguridad de la membrecía y de los bienes de la iglesia».
Quizá la visita pueda resumirse mejor con las palabras de George Siamuzoka, Tesorero de la Misión de la Unión del Suroeste, quien sintió que la experiencia había valido la pena. «Ha sido un placer estar con ustedes. Valoramos mucho su visita», afirmó Siamuzoka. «Su presencia y sus presentaciones dejarán recuerdos perdurables. Ahora nuestros miembros saben qué deben hacer para ser buenos mayordomos de los bienes de Dios».
Asistieron más de doce representantes de la Misión de la Asociación Central, la Misión de la Asociación Sur, el Seminario Adventista Bongo y el Adventist Book and Bible Centre.
George Siamuzoka, Tesorero de la Unión, manifestó que fue un «evento histórico», ya que ARM nunca antes había ofrecido capacitación y orientación sobre protocolos de gestión de riesgos y la importancia del seguro en Angola.
Graham Barham, Gerente regional para Europa y África, y Giles Barham, Ejecutivo de Cuentas de Europa y África, ofrecieron capacitación sobre propiedad, prácticas de salud y seguridad, beneficios internacionales de sobreviviente, viaje a corto plazo y otros temas de seguridad importantes.
Al término del segundo día, muchos asistentes manifestaron haber disfrutado de la experiencia práctica, cuando pudieron «poner en práctica» lo aprendido durante el seminario. Los participantes visitaron la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Filadelfia, de reciente construcción. Se les encomendó la tarea de valuar la propiedad y su contenido, además de realizar una evaluación de riesgos. Los asistentes se mostraron sorprendidos por lo que encontraron. «Si un edificio construido recientemente puede tener tantas consideraciones de salud y seguridad, debemos preocuparnos por nuestros edificios más antiguos», comentó uno de los asistentes.
Graham Barham se alegró de que los asistentes comprendieran la importancia de la información compartida. «Tengo una gran alegría. Vinimos con la misión de educar y siento que este objetivo se logró con creces», manifestó Barham. «El hecho de que los asistentes ahora sean conscientes de los temas de seguridad significa que pueden devolver este conocimiento a sus respectivas instituciones y transmitirlo. Por supuesto que siempre estamos dispuestos a regresar si se necesita más apoyo».
El último día pasado en Angola del Sur fue un gran honor para los asistentes de ARM. El general Eugine Figueiredo, Comandante del ejército de la Región Central de Angola, invitó a los representantes de ARM a su cuartel. Figueiredo supervisa el mando de cinco de ocho provincias de la región. El general pagó la construcción de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Filadelfia.
Contó al grupo la historia de cómo le había prometido a Dios que un día construiría una iglesia para Él. Su carrera lo mantuvo ocupado y perdió de vista esa promesa. Fue solo cuando tuvo un cambio de opinión que Figueiredo cumplió la promesa que había hecho. Para todo el grupo visitante la experiencia fue un gran honor, y especialmente beneficiosa para la administración de la iglesia que estaba presente.
Más tarde esa semana, el equipo de ARM viajó desde Huambo hasta Luanda para hacer una versión más condensada de las presentaciones a los miembros de la Misión de la Unión del noreste de Angola. Burns Sibanda, tesorero de la Unión, dio la bienvenida al equipo de ARM. Más de 40 asistentes disfrutaron de las presentaciones y descubrieron el gran valor de la información provista.
«Antes no comprendía del todo el valor del seguro», manifestó uno de los asistentes. «Ahora me siento mucho mejor equipado para aconsejar a mis colegas y al personal con respecto a las políticas que están a nuestra disposición. Entiendo mejor los diversos riesgos que enfrentan los bienes del Señor, que nos incluye a nosotros, Su pueblo».
«Me siento verdaderamente feliz por lo que se logró aquí», manifestó Giles Barham. «Comprendimos que Angola era un territorio desconocido desde la perspectiva de ARM, y sabemos que hay un trabajo fantástico por realizar. Este es sólo el comienzo; esperamos continuar nuestra relación y trabajar con estas Uniones para seguir mejorando sus métodos de evaluación de riesgos a fin de garantizar la seguridad de la membrecía y de los bienes de la iglesia».
Quizá la visita pueda resumirse mejor con las palabras de George Siamuzoka, Tesorero de la Misión de la Unión del Suroeste, quien sintió que la experiencia había valido la pena. «Ha sido un placer estar con ustedes. Valoramos mucho su visita», afirmó Siamuzoka. «Su presencia y sus presentaciones dejarán recuerdos perdurables. Ahora nuestros miembros saben qué deben hacer para ser buenos mayordomos de los bienes de Dios».